Maldigo la poesía concebida como un lujo
                                       cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
                               y canto respirando.

Gabriel Celaya

Manifestación pro palestina en Madrid el 29 de octubre de 2023. Autor. Nemo CC BY-SA 4.0

¿Quién puede permanecer impasible ante el horror? ¿Quién es capaz de callarse ante las injusticias? Este mes de abril se han cumplido 6 meses desde el inicio de la invasión de Gaza, y jamás pensábamos que veríamos imágenes tan salvajes como estas otra vez.

No estamos asistiendo a una guerra al uso, no. Es un genocidio. En directo. Tan atroz que da hasta miedo decirlo tan claramente. Destruir hospitales, arrasar aeropuertos, volar escuelas, prohibir prácticamente la pesca, cegar pozos de agua, arrancar olivos, derruir todos los edificios… Ya no tiene sentido preguntar si condenamos los actos de Hamás porque ese ejercicio de cinismo ha quedado obsoleto ante tal barbarie. Israel no ha emprendido una lucha contra el terrorismo. Es mucho más, ya nadie duda de las intenciones de los planes sionistas, que son aniquilar y expulsar a la población local palestina. Hay documentación sobrada y demasiadas voces israelíes claman por el exterminio total, sin tapujos, como para mirar a otro lado.

¿Quién hablará de estas historias cuando ya no quede nadie para contarlas? ¿Quién cantará las nuevas canciones si no han aprendido siquiera las viejas? Un periodista musical apenas puede aportar ante tanta devastación, pero ¿de qué sirve hablar de festivales y playlists, si no hablamos de lo importante? Una canción no parará una bala, un concierto no detendrá un misil. Palestina seguirá muriendo porque Occidente así lo ha decidido, y nosotros seguiremos asistiendo aterrados viendo como El Mal triunfa.

Pero hay muchas voces -la de este artículo es una de tantas- que claman por la paz, por el fin de la guerra, y porque Palestina recupere su territorio. A lo largo de todo el Estado, por todos sus territorios, y este no es sino su homenaje, un canto con mayúsculas a la Esperanza.

Un homenaje guiado espiritualmente por Marwan, gran cantautor y poeta contemporáneo que une su barrio madrileño de Aluche con unas raíces palestinas que nunca ha olvidado, de una punta a otra del Mediterráneo. Ni antes, cuando daba voz a su padre, exiliado, ni ahora, cuando recién ha publicado hará unos escasos meses Nana urgente para Palestina, una canción de cuna asolada por la tragedia de su pueblo.

Hoy parece que lo hemos olvidado, pero afortunadamente el conjunto de artistas cantautoral ha estado siempre en el lado correcto de la Historia. De aquellos primeros Paco Ibáñez, Pepa Flores o Raimón, a episodios más actuales como el apoyo a todas las Flotillas de la Libertad enviadas a Gaza (asaltadas y ametralladas en 2010), con el eterno Aute, Pedro Guerra o Ismael Serrano como algunos de sus grandes valedores, colaborador este con la UNRWA en Luces Errantes, Conchita o Rozalén, imprescindible activista musical, que estrena esta semana nuevo disco, El abrazo, orientado a emociones universales de amor y duelo.

Nos vimos en Berlín

Si la canción protesta siempre ha estado del lado de los oprimidos, el rock contestatario en el Estado español nunca se ha quedado atrás, y la defensa de la lucha justa de Palestina ha sido bandera señera en sus mejores canciones. Ska-P, Reincidentes, Boikot… no se pueden entender sin su apoyo a la población gazatí, cisjordana y del resto de territorios ocupados, y Nos vimos en Berlín de Soziedad Alkoholika, se convertiría la gran canción del rock duro cuando comparó hace más de 30 años lo que ocurrió en 1942 con lo que está pasando hoy en día.

Relevante entre todos ellos sin duda ha sido la figura de Fermin Muguruza, emblemático cantante de Kortatu y Negu Gorriak, que cada paso musical que ha dado siempre ha sido una avanzadilla política, activista y cultural. Yalah Yalah Ramalah fue su gran canto a la vida, al amor, y a seguir resistiendo porque vivir es triunfar. El propio Muguruza iría un paso más allá que los demás, y con el proyecto Checkpoint Rock: Canciones desde Palestina quiso contribuir a que conociéramos un poco más esa cultura hermana. Hay muchos más, Sin Dios, Guerrilla Oi!, Lendakaris Muertos, Inadaptados, Txapelpunk, Azero o Rotten XIII… son solo unos pocos de una larga lista de artistas antifascistas concienciados.

Boicot, Desinversión y Sanciones

El mestizaje, el indie y el rap también han dejado una impronta muy bonita en defensa de la paz y la libertad para Palestina, una impronta con compromiso. De hecho, ya en 2003 publicaron varios artistas destacados el disco Per Palestina (Xarxa d’Enllaç Amb Palestina) con portada del gran ilustrador Nazario, entre los que destacaron Lluis Llach, Manu Chao, Ojos de Brujo y Amparanoia, siempre atenta a los movimientos de ese Sur global (Cuba, México, Magreb, Palestina).

Las acciones solidarias han sido la tónica al respecto, y unos años más tarde, destacarían las brigadas solidarias de músicos pancatalanes que visitaron los territorios ocupados de Cisjordania, una experiencia reflejada en el disco y documental Més enllà del mur. Cançons contra l’apartheid II, con el grupo de folk y rock Obrint Pas, del reputado periodista Miquel Ramos, y la Gossa Sorda al frente. Son abundantes las experiencias.

Marinah, ex cantante de Ojos de Brujo, incluso canceló un concierto en un festival de Israel, en apoyo al movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) que busca aplicar la misma receta que acabó con el régimen apartheid de Sudáfrica; y más cercanos al ska y el reggae, han brillado con luz propia Discípulos de Otilia o Agua Bendita con sus proclamas.

Por su parte, en el indie, tan denostado como siempre ha sido por su falta de compromiso, no es difícil encontrar todo lo contrario, Vetusta Morla y Nacho Vegas se han destacado siempre por sus posicionamientos a favor de la libertad con una implicación absoluta, y Pony Bravo, con su tono irónico y experimental, recientemente ha publicado otra canción relacionada. Y si miramos hacia atrás, Beef, de David Rodríguez (Bach is Dead, La Estrella de David) ya se posicionó en la misma línea hace 20 años.

En el hip-hop unos brillantes textos de Los Chikos del Maiz nunca han dejado de lado la cuestión palestina. También Tribade siempre se ha posicionado a favor y, en agosto de 2022, durante un festival en Hungría, denunciaron los asesinatos que Israel acababa de cometer en Palestina pintando “Free Palestina” en una bandera israelí, además de colaborar en Caiga la noche de Marinah junto a su ex compañera Sombra Alor.

Son numerosos los ejemplos del apoyo de la escena a esta causa, y como buen ejemplo el pasado 29 de octubre en la sala Paral.lel 62 de Barcelona se hizo el #HipHopXPalestina, un festival solidario con el pueblo palestino, contra el apartheid y el genocidio. Lo mejor del Hip Hop activista, decidido a No Callar ante esta barbarie. Una participación de carácter solidario, en la que todos los beneficios generados se destinaron a diferentes iniciativas del día a día con la resistencia del pueblo palestino.

Un solo Mundo, una sola Voz

Pese a la ofensiva reaccionaria, somos un Mundo y una sola Voz. Por eso aunque los artistas reseñados en este artículo pertenecen al Estado español, no querría dejar pasar varios referentes latinoamericanos, con mucha vinculación a nuestro país, donde siempre es un gusto destacar a la franco-chilena Ana Tijoux. Una artista relevante que sobresale no solo por su estilo único sino por defender causas nobles, y por unir siempre que puede sonoridades de Latinoamérica, Europa y el Mediterráneo, como por ejemplo hizo en Somos Sur junto a la emblemática rapera palestina Shadia Mansour.

Otro latinoamericano, esta vez portorriqueño, Residente, canceló incluso la salida de su nuevo disco Las letras ya no importan, como denuncia al Genocidio. Y así podríamos seguir, horas y horas, apoyando a las cantantes y grupos que se han posicionado, aún a costa de perder seguidores como Dua Lipa, Roger Waters, Michael Stipe de R.E.M. y sobre todo Massive Attack, muy involucrado en estos meses.

Pese a las innumerables voces que se han alzado contra el Genocidio, y que han sido sistemáticamente censuradas y acosadas en redes, despedidas de sus trabajos o canceladas como personalidades académicas o públicas, desgraciadamente una Paz justa está más lejos que nunca de Palestina.

Poco resultado ha tenido la campaña que ha intentado expulsar a Israel de Eurovisión, usando los mismos argumentos y la misma medida con la que se trató a Rusia por mucho menos a cuenta de la guerra de Ucrania, y del que solo se espera ya una corriente solidaria de apoyo a Palestina de los pueblos durante la televotación. Una prueba más del cinismo y la hipocresía de Occidente, que no solo está patrocinando este crimen contra la Humanidad, sino que está dando el portazo definitivo al mundo que conocimos que si acaso alguna vez intentó reglarse por los Derechos Humanos, y que los ha olvidado para entrar en un sendero incierto y oscuro.

Ayer fue Vietnam, hoy Palestina. Que El derecho de vivir en paz del siempre añorado Víctor Jara sea el mejor clamor por la Paz. Hoy, y todos los días.

El derecho de vivir
Poeta Ho Chi Minh
Que golpea de Vietnam
A toda la humanidad
Ningún cañón borrará
El surco de tu arrozal
El derecho de vivir en paz
Indochina es el lugar
Más allá del ancho mar
Donde revientan la flor
Con genocidio y napalm
La luna es una explosión
Que funde todo el clamor
El derecho de vivir en paz

 

Víctor Jara. El derecho de vivir en paz

ruben gonzalez piedra contra tijera @ karlos sanz 4 copia

Rubén González

Periodista

La Voz en Pie es el nuevo proyecto de este periodista musical tras Club de Música, Godot, Diábolo o El Embrujo. En 2024 publica su primer libro «Piedra contra Tijera», sobre la historia del rock en España (1991-2021).